lunes, 18 de abril de 2011

Ojos violeta...

Ojos violeta, la llaman, pues sus ojos brillantes se distinguen de muchos otros, en la oscuridad, en la luz más infinita. Ojos que al llenarse de lágrimas puedes vislumbrar un oceano morado a lo lejos y el infinito más violeta; y ella, sin embargo, no se da cuenta de tal belleza. Casi no se da cuenta de su existencia, fugitivo vuelo de pájaros, oleaje púrpura de emociones, rayos ultravioleta... Al pasar no dejo rastro, se dice cada día, al pasar no ilumina las calles, "no me quieren, no me quiero" se oye el eco de su voz en el espesor del tráfico. No queda nada de lo que la hizo feliz, no queda nada para seguir. No quiero que tu tristeza te ahogue, le dije; mirando su eterna mirada que me hacía estremecer, no quiero que tu misma destruyas esa luz... Sal de aquí! huye de este infierno! escóndete entre las madreselvas violetas, en los espejismos del desierto, en las orillas de las leyendas, en los pensamientos filosóficos... Huye de este presente y no te escondas en el pasado, sé libre! yo te doy mi mano, para que escapes conmigo. Seré la llave que abra la puerta de tu prisión, quiero que seas ella, la de los ojos violeta, aunque no lo creas tú eres ella y siempre lo serás...